Como hemos comentado en anteriores ocasiones, durante el proceso de compresión del aire para determinar la calidad del aire comprimido, pueden aparecer una serie de elementos que a la larga dañarán los equipos de compresión. Estos elementos pueden ser externos o formarse en el interior de la máquina, si esto sucede el aire resultante estará contaminado y afectará a su calidad, afectando a la vez el producto final.
Tipos de partículas contaminantes
Estos elementos contaminantes se pueden dividir en tres categorías principales:
- Partículas sólidas y polvo: elementos externos que acceden a la máquina durante la aspiración y que, si no son filtrados debidamente, acabarán formando parte del producto final.
- Agua y condensación: debido a las temperaturas altas a las que llegan los compresores de aire al trabajar, se puede generar condensación durante el enfriamiento y provocar la aparición de agua dentro de estos.
- Aceite: este elemento es de gran importancia para la mayoría de los compresores de aire para una correcta lubricación y sellado, pero ciertas partículas pueden acceder al producto final si no es correctamente filtrado y recuperado.
Consecuencias de las partículas contaminantes en el aire
La presencia de elementos contaminantes en el aire comprimido provocará que este aire sea de muy baja calidad y afectará al producto de diversas maneras. Algunos ejemplos son:
- La humidificación del producto final y de la materia prima con la que se trabaje.
- Aumentos de los costes de producción
- Averías y sobrecostes en reparaciones y mantenimientos
- Corrosión y desgaste de la instalación
- Productos con una baja calidad y defectuosos
- Aparición de elementos como moho y bacterias en el equipo e instalación.
Por estos motivos, para obtener un aire comprimido limpio y seco, es de gran importancia aplicar elementos de tratamiento de aire tales como secadores frigoríficos y filtros.
¿Cómo se clasifica la calidad del aire comprimido?
En la actualidad existe una forma de clasificar la calidad del aire comprimido conocida como ISO 8573-1. La ISO (International Organization of Standardization) es una organización internacional cuyo objetivo es el de crear estándares de calidad para un gran rango de sectores y razones. En este caso, el ISO 8573-1 especifica el nivel de contaminación total que se puede dar en cada metro cúbico de aire comprimido, además incluye los topes de cada tipo de contaminante. Los contaminantes como hemos comentado son las partículas sólidas, el agua y el aceite. En este caso no contabiliza gases ni microorganismos.
Seguidamente, y teniendo en cuenta la cantidad de estos elementos contaminantes que se encuentran en el aire, se asigna un nivel de calidad y se divide en diferentes rangos. Estos rangos varían desde aire más contaminado a menos contaminado. Es importante destacar que esta ISO sirve a modo informativo, y no genera una obligación en el consumidor a la hora de establecer que aplicación lleva a cabo con sus compresores de aire.
Importancia del aire comprimido de calidad en diversas industrias
Algunos sectores donde el aire comprimido de calidad, seco y limpio es importante son la industria farmacéutica, industria alimentaria e industria electrónica, entre otros.
Tanto en el caso de la industria alimentaria como farmacéutica, la higiene es una característica fundamental y está regulada mediante unas medidas estrictas. En el sector alimentario, el aire comprimido estará presente en procesos como el transporte, envasado, mezcla, entre otros. En el sector farmacéutico el aire comprimido puede entrar en contacto con el producto, el cual no se debe ver afectado por agentes contaminantes externos.
En el sector de la electrónica, un aire comprimido limpio y seco será de gran importancia en las labores de transporte y limpieza entre otros. Cualquier contaminante en el aire puede provocar productos que no alcancen los estándares.
Técnicas Ferreres: Inversión en calidad del aire comprimido
La calidad del aire comprimido siempre influirá de forma positiva en los compresores, en las instalaciones y en el producto final. Es por ello por lo que este elemento es de gran importancia y debe ser un elemento clave en el que invertir.
Con la implementación de las soluciones de Técnicas Ferreres, la calidad del aire comprimido se maximiza, asegurando un impacto positivo tanto en los compresores como en las instalaciones y el producto final. La inversión en sus tecnologías no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también garantiza que los estándares de calidad más altos se mantengan en todo momento. Con Técnicas Ferreres, puedes confiar en que estás proporcionando a tu industria el aire comprimido más limpio y seco, optimizando así tus procesos y resultados.