
El aire comprimido es aire que se encuentra bajo una presión mayor que la presión atmosférica. Se produce utilizando compresores que recogen y comprimen el aire, aumentando su presión y disminuyendo su volumen. Este proceso de compresión eleva la energía potencial del aire, permitiendo que sea utilizado en diversas aplicaciones, tanto en entornos industriales como en el día a día.
Algunos de los usos comunes del aire comprimido son:
- Herramientas neumáticas: Muchas herramientas manuales, como taladros, pistolas de pintura y llaves de impacto, funcionan con aire comprimido.
- Control de sistemas: El aire comprimido es a menudo utilizado para operar válvulas y actuadores en sistemas de automatización industrial.
- Limpieza: Puede ser utilizado para limpiar máquinas o componentes electrónicos, ya que es seco y puede ser dirigido con precisión.
- Transporte de materiales: Se usa para mover materiales a través de tuberías, especialmente en la industria de procesos.
- Refrigeración: Existen sistemas de refrigeración que utilizan aire comprimido en lugar de refrigerantes tradicionales.
- Inflado de neumáticos: Es común su uso para inflar neumáticos de vehículos, bicicletas y otros equipos.
- Respiración: El aire comprimido, debidamente tratado y filtrado, puede ser utilizado en tanques de respiración para buceo o en equipos de respiración para bomberos y otros profesionales.
¿Por qué es importante el tratamiento del aire comprimido?
Cualquier aplicación que use el aire comprimido como forma de generar energía debe ser consciente de la importancia del tratamiento del aire es crucial para evitar un aumento exponencial de los costes de producción.
A continuación se listan los motivos más comunes por los que es necesario hacer un tratamiento del aire comprimido antes de utilizarlo:
- Pureza del aire: El aire del ambiente contiene impurezas como polvo, partículas, vapores de aceite y humedad. Si no se trata, estas impurezas pueden dañar los equipos y herramientas que funcionan con aire comprimido, causando desgaste y fallos.
- Eficiencia energética: Un sistema de aire comprimido tratado adecuadamente es más eficiente. La presencia de vapor de agua o aceite puede hacer que se necesite más energía para comprimir el aire a un nivel determinado de presión.
- Calidad del proceso: Muchos procesos industriales que utilizan aire comprimido requieren un aire de alta calidad para garantizar la integridad del producto final. Por ejemplo, en la industria alimentaria o farmacéutica, el aire que entra en contacto con los productos debe estar libre de contaminantes para cumplir con los estándares de higiene.
- Seguridad: La presencia de aceites y humedad puede aumentar el riesgo de incendios y explosiones, especialmente en áreas donde el aire comprimido se utiliza en concentraciones altas.
- Costes de mantenimiento: El aire no tratado puede llevar a la corrosión y acumulación de residuos en el sistema de aire comprimido, lo que aumenta los costes de mantenimiento y la necesidad de reemplazos frecuentes de componentes.
Tratamiento del aire en los compresores Mattei
El objetivo principal de los compresores Mattei es el de generar aire comprimido de alta calidad, limpio de impurezas y seco, evitando los elementos que pueden generar una disminución en la eficiencia de la instalación. Para ello, primero se debe estudiar la instalación en cuestión, identificando el papel del aire en esta, posteriormente seleccionar aquella combinación de accesorios que mejor se adapten, intentando optimizar al máximo los recursos.
Para aplicaciones de aire como los sectores químicos, alimentarios, sanitarios y de aplicaciones de pinturas y barnices entre otros, se acentúa más la necesidad de obtener un aire limpio y de calidad. Por ello, se debe tener más en cuenta el tratamiento del aire comprimido.
Características importantes para un tratamiento del aire de calidad
Las dos características que se buscan para un aire de calidad son el secado y la filtración.
- Los secadores evitan la aparición de humedad en los equipos compresores, evitando daños en el sistema de distribución, así como fugas en las tuberías y riesgo de averías en la maquinaria. Los productos Mattei que encontramos para esta labor son los secadores frigoríficos Serie MD y los secadores de absorción Serie DD & DDH.
- La filtración por otro lado, permite la separación de las impurezas presentes en el aire a través de un proceso dividido en diferentes etapas. Los filtros de línea, por ejemplo, realizan la función de refinar en un primer tratamiento el aire, seguidamente se pasa por un pre-filtro hasta llegar finalmente a los desoleadores. Para este fin la gama de filtros Mattei se puede utilizar para compresores con caudales desde 0,5 hasta 183 m3/min y con presiones de hasta 16 bar.
Otros elementos necesarios para el tratamiento del aire comprimido de calidad
Siguiendo con el tratamiento de aire comprimido, nos encontramos con otros dos elementos importantes. Los separadores de agua y aceite y el tratamiento del condensado.
- En el interior de la cámara de compresión encontramos partículas del aceite que se usa como condensación y lubricación. Estas partículas de aceite al ser expulsadas, no se pueden verter al alcantarillado sin antes haber sido purificado, por ello se deben utilizar los separadores agua – aceite. De esta manera el agua puede ser expulsada y el aceite almacenado para su posterior desecho. En Mattei encontramos los separadores Serie MOS, unos accesorios fabricados con materiales reciclables con un gran rendimiento y fiabilidad.
- En el apartado del tratamiento del condensado, Mattei cuenta con los descargadores electrónicos Drain. Estos descargadores permiten la separación del agua de la red de aire comprimido, esta agua aparece debido a la condensación durante el enfriamiento del aire comprimido y afecta al mismo, ya que debido a su valor de PH es altamente agresivo, además de contener elementos tales como residuos de aceite y suciedad.
Estos son los elementos más importantes cuando hablamos del tratamiento del aire comprimido, elementos que son vitales para que la calidad del aire sea optima y para evitar futuros costes de reparación.