El aire comprimido y los depósitos de aire tienen una gran variedad de aplicaciones en la actualidad. Se trata de una energía muy rentable, que permite producir grandes cantidades de trabajo con costes moderadamente reducidos.
¿Cuáles son las características de los depósitos de aire?
Los compresores de aire de paletas cuentan con diferentes especificaciones y características según las necesidades de aire; no tendrá las mismas características un compresor de aire necesario para grandes instalaciones, como empresas manufactureras, que un compresor que se encuentre en un taller de automoción, artesanal o de carpintería. Por lo tanto, es importante considerar que siempre el compresor de aire de paletas esté adecuado a las necesidades de cada situación.
Otro aspecto que nos ayudará a que el compresor trabaje en condiciones óptimas es el constante mantenimiento, respetando los intervalos de tiempo de revisión y realizando los cambios de piezas según las horas de trabajo que tenga la máquina.
Otro elemento de gran importancia, que nos ayudara a almacenar la energía y entregarla eficazmente para su uso en el futuro son los depósitos de aire comprimido. Estos depósitos tienen un uso muy importante a nivel de eficiencia ya que nos permite colocarlos en zonas donde hay caídas de presión en la red. También pueden colocarse allí donde la entrada de aire no sea regular y muy variable, esto propiciará a que la producción de aire generada sea más estable, con menos picos y por lo tanto más eficiente.
Tipos de depósitos de aire
Podemos encontrar depósitos horizontales o verticales y están fabricados de acero inoxidable. La elección de estos materiales se debe a su gran durabilidad y capacidad para soportar presiones muy altas. Además, nos encontramos con muy pocas soldaduras en estos depósitos, esto es así para evitar que haya zonas débiles, aumentando así la protección contra las fugas de aire.
En la superficie podemos encontrar tres tipos diferentes de tratamientos: pintado, solo con tratamiento de superficie exterior, galvanizado, con tratamiento tanto en el exterior como en el interior y tratado con teflón, con un tratamiento específico interno. Estos tratamientos evitan la corrosión y el debilitamiento de las paredes.
Objetivos y beneficios de los depósitos de aire
Un depósito de aire instalado en una red de aire comprimido tiene los siguientes objetivos:
- Almacenar aire comprimido: Este es el principal y más básico objetivo, poder almacenar el aire de manera que se pueda usar según la necesidad de aire de cada momento.
- Amortiguación de las pulsaciones: Esto permite eliminar las vibraciones generadas por los equipos en tubería larga.
- Equilibrar las variaciones de presión: Como hemos comentado anteriormente, cuanto más constante sea la presión en la instalación menor esfuerzo deberá generar el compresor, y por lo tanto menor gasto energético.
- Refrigeración del aire comprimido: El aire que es comprimido mediante el sistema de paletas sale a altas temperaturas, durante el traspaso y almacenamiento en un depósito la temperatura de este aire baja considerablemente.
- Acumular el condensado: Las partículas de agua que puedan quedar presentes en el aire comprimido se depositarán en el tanque y posteriormente extraído mediante el uso de una purga.
- Cumplir requisitos adicionales de aire: Esto hace referencia a otros requisitos que puedan ser necesarios dependiendo de la instalación.
¿Qué tener en cuenta para elegir un depósito?
La elección del depósito debe hacerse teniendo en cuenta la capacidad del compresor o teniendo en cuenta las condiciones específicas del sistema. Una forma empírica que permite calcular correctamente la capacidad del depósito es la siguiente:
V = Q/P
Donde V es el volumen en litros del depósito, Q es la capacidad en litros por minuto del compresor y P es la presión de funcionamiento en Bar.
Otro elemento que encontramos en los depósitos son las placas de identificación. En estas placas se puede observar información relativa a dichos depósitos como la capacidad de almacenaje, en litros o m3, presión de funcionamiento, en bar o kg por cm2, la temperatura mínima y máxima operativa, el año de manufacturación y el número de serie.
Además, los depósitos vienen equipados con dos accesorios que nos permiten conocer el estado de almacenaje de dichos recipientes. Por un lado, tenemos el manómetro, el cual indica la presión relativa en Bar que hay dentro. Esto nos permite conocer en que punto de la capacidad total se encuentra el depósito de aire. Por otro lado, y a modo de prevención de riesgos, está la válvula de seguridad, ajustada a una presión ligeramente inferior a la permitida por el depósito. Esta válvula de seguridad descarga el aire producido por el compresor al cual está conectado al depósito, evitando que la presión de dentro sea superior a la que el recipiente puede almacenar.
Instalación de aire comprimido
A nivel de instalación, se aconseja que el depósito se coloque cerca del compresor. Aunque siempre se deberá tener en cuenta la opción más eficiente en grandes instalaciones de aire comprimido. Como hemos mencionado antes, el depósito tiene también la función de enfriar el aire comprimido, de esta manera se aconseja que se instale en un ambiente frio. Además, es necesario equiparlos con un sistema de drenaje de condensado.
Todos los depósitos deben tener asociado una declaración de conformidad, asegurando que el fabricante cumple la legislación en el proceso de fabricación tanto del depósito como de la válvula de seguridad de este.